Según Qasem al-Arayi, Bagdad ha decidido trasladar a ciudadanos iraquíes a un campo en la provincia de Nínive para prepararlos y devolverlos a la sociedad.
El asesor de la Seguridad Nacional de Irak destacó que un total de 2.945 iraquíes acusados a las actividades terroristas han sido entregados al Ministerio del Interior del país árabe, para que posteriormente sean juzgados.
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